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13 de Septiembre
El embarazo es una etapa hermosa que todas las mujeres que lo han vivido, lo recordarán por siempre, no solo porque es el momento en el que se convierten en mamás, sino también por los cambios que trae en sus cuerpos. Hoy queremos hablarles acerca de esas transformaciones que vivirán o han vivido durante y después del embarazo.
Cuando vas a tener un bebé, algunos cambios en tu cuerpo son súper evidentes al ojo de todos, pero existen otros, ¡que solo tú reconocerás y notarás! Es importante hablar de todos, desde los más visibles hasta los que no se perciben tan fácilmente.
El que todos en el mundo conocemos y es el que caracteriza al embarazo, es ¡la hermosa barriguita! Que obviamente debe crecer, para abrir espacio al bebé y que se sienta súper cómodo, antes de llegar al mundo.
Junto con la barriga, los pechos también crecen, mientras se preparan para la lactancia.
Y como no todo tiene que ser súper visible, uno de los cambios que todos conocemos y que solo tú percibes, es la ausencia de la menstruación durante el embarazo.
Gracias a los cambios en nuestras hormonas, las encías pueden inflamarse un poco durante el embarazo, y es posible que lleguen a sangrar cuando laves tus dientes.
Cuando llegas a la mitad de tu embarazo, la barriga y los pechos no son lo único que crecen, los pezones también lo hacen, y lo más curioso es que también cambian de color y tienden a ponerse un poco más oscuros.
Alrededor del quinto mes del embarazo, empieza a aparecer una raya en el abdomen de un color oscuro, llamada línea alba. Esto aparece gracias a las hormonas, que además de cumplir con miles de funciones en nuestro cuerpo durante el embarazo, están encargadas de los cambios en la melanina (sustancia encargada de la pigmentación de la piel).
En el embarazo, la vagina también sufre algunos cambios, entre ellos están: cambio de color de la vulva, aumenta la sensibilidad en esta zona, el flujo vaginal cambia, al igual que el olor de la zona íntima, el vello púbico puede aumentar, y la vagina se vuelve más ancha y larga.
Cuando ya nace el bebé, tu cuerpo tiene que empezar a trabajar para retornar a la normalidad, así que durante este tiempo, el organismo recupera el ritmo que tenía antes del embarazo, pueden ocurrir los siguientes cambios, internos y externos, en tu cuerpo:
Una vez más, lo principal será ¡la barriga! Esta empieza a “desinflarse” poco a poco, recuperando su tamaño original. Este cambio, no se dará de la noche a la mañana, tomará tiempo y en cada mujer será diferente. Además, influirá si después de tener a tu bebé, sigues con una rutina de ejercicio o actividad física.
Después del embarazo, una de las transformación más notorias, es la caída del pelo y el crecimiento de nuevo. Si las mujeres en su vida antes del embarazo pierden pelo, ¡imagínate cómo será después de esta etapa!, que tu cuerpo está tratando de balancear nuevamente las hormonas, ¡¡y tu cabello puede caer en grandes cantidades!! Así que no te alarmes si esto ocurre, además no durará toda la vida.
Cuando tienes a tu bebé, puede que durante un tiempo, sientas dolor en la vagina, y es porque tu zona íntima ha tenido que hacer un gran esfuerzo para que tu bebé nazca, y al igual que el resto de tu cuerpo, está trabajando para volver a la normalidad.
Durante esta fase de tu vida, puedes llegar a sufrir de estreñimiento y ¡esto es normal! Aunque puede ser algo natural, infórmale, en cada control, a tu médico o ginecólogo, para que él te dé las indicaciones adecuadas.
También puedes notar que tus uñas empiezan a debilitarse y, aunque en el embarazo estaban súper fuertes y largas, cuando nace el bebé todo esto cambia, gracias a las alteraciones en las hormonas.
En el embarazo, te contamos que los senos crecían, pues cuando das a luz, oootra vez vuelven a cambiar. Como durante los primeros meses puedes estar alimentando a tu bebé, es posible que se pongan rojos, y que sientas algunas molestias. Si estos dolores superan el límite debes consultar con tu médico, porque puedes estar sufriendo de mastitis. Más adelante, cuando dejas de amamantar, tus pechos empezarán a desinflamarse, y en ocasiones, llegarán a estirarse.
Si durante el embarazo, aparecieron estrías en tu cuerpo, después de esto pueden cambiar un poco. Existen dos posibilidades: la primera, que se ponga más claras y casi que desaparezcan, y la segunda, es que se pongan un poco más oscuras. ¡Queremos recordarte que estas pequeñas marquitas son totalmente naturales!, pero si quieres evitarlas, pídele a tu médico que te haga recomendaciones de productos especiales para esto.
El embarazo es una etapa muy especial, ¡que vivimos Nosotras las mujeres! Y que nos conecta con nuestro bebé en camino. Por eso, es muy importante que nos informemos acerca de todo lo que trae esta fase de nuestras vidas, ¡para después no llevarnos grandes sorpresas! Comparte este artículo con alguna futura mamá ¡que lo necesite!
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