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¡Te compartimos de la mano del Dr. Juan Manuel Serini, ginecólogo y obstetra, todo lo que tenés que saber para cuidar tu salud genital!

El cuidado de la salud vaginal y vulvar, es una parte muy importante en el cuidado de la salud de la mujer. Es frecuente pensar que los genitales requieren del mismo tipo de higiene que cualquier otra parte del cuerpo, y este error puede conllevar a aumentar la predisposición a padecer infecciones genitales.

Antes de que te cuente cómo debés cuidar tus genitales quiero hacer una breve aclaración:  VULVA Y VAGINA NO SON LO MISMO.

La Vulva es la parte externa de tus genitales y está formada por:

  • El monte de Venus: Es una prominencia de tejido adiposo recubierto por piel y vellos, sirve para proteger al hueso pélvico.

  • Los labios vulvares mayores y menores, rodean la entrada a la vagina protegiéndola y además poseen glándulas sudoríparas y sebáceas. Los labios mayores suelen estar recubiertos en su parte externa por vello.

  • El meato uretral: es un pequeño orificio, donde finaliza la uretra y permite la salida de orina.

  • El clítoris: Su porción visible llamada glande, que corresponde tan solo a una pequeña parte, está ubicado por encima del meato uretral y su función es la de brindarle placer a la mujer, para ello cuenta con más de 8000 terminaciones nerviosas sensitivas

La Vagina:

Es un canal fibromuscular que comunica al cuello uterino con el exterior, permitiendo la salida del flujo menstrual, también forma parte del canal de parto para que pueda ocurrir un nacimiento y se la considera un órgano para la cópula ya que le da contención al pene durante las relaciones sexuales con penetración vaginal.

La vagina tiene una microbiota propia (es el conjunto de microorganismos benéficos que conviven en ella), y está formada principalmente por unas bacterias llamadas lactobacilos que producen ácido láctico, siendo el responsable del pH ácido vaginal característico en la mujer en edad fértil. Una microbiota equilibrada ayuda a prevenir infecciones vaginales y colabora en una correcta lubricación. La disbiosis o alteración de la microbiota va a ser causante de infecciones genitales, aumento del flujo vaginal, mal olor, irritación y molestias genitales.

¿Cómo puedo cuidar mi microbiota vaginal?

A continuación te comparto los puntos más importantes a tener en cuenta para mantener a tu Zona V lo más saludable posible:

  • Un punto clave para no alterar la microbiota es realizar una correcta higiene genital, para ello es suficiente lavarte una única vez al día durante la ducha diaria. La limpieza debe realizarse tan solo externamente, es decir lavar solo la vulva y recordar siempre que LA VAGINA NO SE LAVA (a esta altura estoy seguro de que ya tenés super claro que la vagina es la parte interna).

  • Recomiendo que uses jabones específicos para higiene genital que poseen un pH similar al vaginal.

  • Tratá de utilizar ropa interior de algodón, ya que la lencería de nylon o lycra suele aumentar la humedad y la temperatura genital no siendo beneficioso esto para el cuidado de tu microbiota.

  • Evitá el uso de pantalones ajustados o reducí al mínimo su uso.

  • No utilices bidet para higienizar tus genitales ni realices duchas vaginales.

  • Cuando vayas a la pileta o al mar, evitá dejarte mucho tiempo la malla húmeda.

  • Para dormir, podés no utilizar bombacha y usar un short o un pantalón que te quede holgado, o directamente no utilizar ropa interior.

¿Qué más puedo realizar para cuidar mi salud genital?

  • Realizar tus controles ginecológicos todos los años.

  • Completar tu calendario vacunacional, ¿sabías que la vacuna de HPV reduce las posibilidades de padecer cáncer de cuello uterino? También podés prevenir la transmisión de una ITS como la hepatitis B completando el esquema de vacunación para esta potencial grave enfermedad.

  • Evitar el tabaquismo.

  • Usar preservativo en tus relaciones sexuales.

  • Si utilizás juguetes sexuales recordá lavarlos luego de cada uso y no compartirlos;  en caso de que decidas compartirlos siempre que sea con preservativo.

  • Si estás en menopausia podés hidratar tu vulva y vagina con geles específicos que contengan ácido hialurónico.

¿Qué es lo que debería llamarte la atención y consultar a tu ginecólogo/a?

  • Si notás aumento de la cantidad de flujo vaginal, o que tiene mal olor o cambia su coloración, por ejemplo, es amarillento, verdoso o de aspecto como la ricota.

  • Ardor o picazón vulvar y/o vaginal.

  • Dolor en las relaciones sexuales.

  • La presencia de manchas en la piel de tu vulva o la aparición de una verruga.

  • Sangrado vaginal durante las relaciones sexuales o entre periodos menstruales.

  • Sangrado genital luego de alcanzada la menopausia.

  • Un bulto en la vulva o la vagina.

EL CUIDADO DE LA SALUD GENITAL FORMA PARTE DEL CUIDADO DE TU SALUD EN GENERAL.

Dr. Juan Manuel Serini

Ginecólogo & Obstetra

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