Volver a

Consentimiento sexual… suena a un término complejo y lleno de tabúes, ¿no? ¡Pero no debería serlo!

El consentimiento sexual debe convertirse en una constante en todas las relaciones humanas, porque no se refiere solamente a las relaciones íntimas sexuales de pareja. ¿Querés saber por qué? ¡Continuá leyendo!

¿Qué es el consentimiento sexual?

Por definición, el consentimiento sexual es estar de acuerdo y entusiasmada con todos los actos sexuales e íntimos que se realicen. Sin embargo, va mucho más allá de simplemente hablar de este tema sino que tiene que ver con todas las actividades físicas y emocionales que se realizan con otra persona.

¿Te ponemos un ejemplo para que sea más claro? Cuando tu pareja quiere tener relaciones sexuales con vos y vos te sentís plenamente segura y querés hacerlo por tu propia voluntad, sin sentirte presionada, eso es el consetimiento sexual.

El consentimiento también es específico, porque podés haber accedido a unas prácticas sexuales y no a otras. O, por ejemplo, también es enseñarle a los nenes que nadie puede darles besos en el cachete si ellos no lo desean, porque es su cuerpo y todas las personas debemos respetar ese espacio propio.

El cuerpo de cada persona es sagrado, íntimo y muy valioso. Nadie puede tocarlo sin permiso.

Además, el consentimiento sexual no solamente se limita a lo físico, sino que también incluye todas las prácticas íntimas como las conversaciones sexuales, el sexting y todo lo que implique una acción que en caso de no ser deseada, podría hacerte sentir incómoda, humillada o desvalorizada, como las miradas sugerentes y los piropos.

¿Por qué es importante el consentimiento sexual?

Como ya dijimos, el cuerpo de cada persona solamente le pertenece a ella misma y no hay ningún caso en el que se pueda violar el consentimiento del otro.

Es importante que sepas que siempre tenés derecho a elegir lo que querés sentir y cómo los demás pueden tratarte a vos y a tu cuerpo.

Entre más claro tengas tus derechos, más fácil te va a resultar identificar cuándo (esperemos que nunca te pase) una persona quiere aprovecharse de vos, hacerte daño o tocar (o mirar) tu cuerpo de maneras que vos no lo deseas o no te hacen sentir cómoda.

La violencia sexual es una realidad en nuestra sociedad. Así que si en algún momento te sentís vulnerada, sentís que estás siendo obligada a hacer o decir cosas que no te hacen sentir bien es una alerta para pedir ayuda.

¿Cómo expresar tu consentimiento sexual?

El consentimiento no es solamente decir no. ¿Cómo así? No basta con que una persona diga que “no”, para entender que no quiere. En realidad, más importante que el “no”, es el “sí”.

Las expertas en el tema explicaron las cinco características del consentimiento sexual:

  • Libre: El consentimiento solamente tiene valor cuando la decisión que tomás no está presionada, manipulada o bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Las personas que están en condiciones de autoridad frente a otras, muy fácilmente pueden utilizar esa autoridad laboral, familiar o académica para manipular al otro a acceder a cosas que no quiere hacer.

  • Entusiasta: El consentimiento no es solamente la ausencia de la palabra NO, porque debe ser un “sí” motivado y feliz. No cuentan los “quizás… mmm, bueno, puede ser”, ni los “okey, como vos quieras”. El consentimiento se basa en el placer, en que vos estés haciendo lo que de verdad quieras estar haciendo y siempre esté el respeto por encima de todo.

  • Específico: Si decís que “sí” a alguna práctica específica, es solo para esa práctica específica. Por ejemplo, si vos accediste motivada al sexo oral, pero no querías sexo con penetración y tu pareja no tuvo en cuenta eso, ahí hay una violación del consentimiento y se considera violencia sexual.

  • Informado: Solamente podés acceder a hacer algo cuando tenés toda la información. Por ejemplo, no vale si la otra persona durante la relación sexual se saca el preservativo sin que vos te des cuenta. También es violencia si la otra persona no comunica abiertamente que tiene una enfermedad o infección de transmisión sexual antes de empezar cualquier contacto.

  • Reversible: Todas podemos cambiar de opinión en cualquier momento. Si antes dijiste que sí, pero ahora ya no tenés más ganas, estás en todo el derecho de decir que no.

Las mujeres no estamos en igualdad de condiciones

Las mujeres (y todas las personas que se autodenominan mujeres o de género fluido) y los hombres no estamos parados en la misma realidad cuando se trata de expresar la voluntad y eso genera un nuevo problema. 1¿Sabías que alrededor del mundo, al menos una de cada tres mujeres ha sido obligada a tener relaciones sexuales o abusada de alguna otra forma, a lo largo de su vida?. ¿Sabés cuántas mujeres terminan accediendo a tener relaciones sexuales con un hombre cuando en realidad no quieren? Esto sucede porque muchas veces hay temor de una reacción violenta al decir que no o porque se sienten obligadas decir que sí después de otros actos, como aceptar ir a comer, estar en su casa, desnudarse o haber tenido relaciones sexuales antes.

A pesar que en la mayoría de países se han estipulado normas que protegen a la mujer contra la violencia sexual sigue representando un temor cotidiano, por ejemplo, según una investigación realizada por Stop Street Harassment un 37%  de las mujeres en Estados Unidos no  se sienten seguras caminando solas de la noche, mientras para los hombres no representa mayor peligro.

¿Qué debemos hacer?

Lo primero que debés hacer es saber si querés tener relaciones sexuales o no, eso únicamente lo sabés vos y sos quien decide sobre tu cuerpo. Para esto debés tener plena confianza con tu pareja y hablar y explicar lo que sentís y querés, es algo que podés hacer para que los dos estén en la misma sintonía.

Si por otro lado no te sentís segura en un espacio o con alguien, buscá ayuda, que estés tranquila ya sea en el colegio, en la universidad o hasta en tu espacio de trabajo es primordial, no tengas miedo de contarle a alguien que te pueda dar una mano.

Recordá que el consentimiento sexual en todos los actos se basa en que conozcas lo que querés y lo que no, sin temor, sin ataduras, sin sentirte obligada, nadie puede decidir por vos en ningún ámbito.

Referencias

  1. Tomado de Violence Against Women: The Hidden Health Burden (Banco Mundial 1994) Fact Sheet on Gender Violence: A Statistics for Action Fact Sheet (L. Heise, IWTC, 1992) y Progress of the World’s Women (UNIFEM, 2000)

Dejanos tus comentarios