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18 de Septiembre
Es normal notar un cambio en la consistencia, la frecuencia y el olor de tus heces fecales cuando estás menstruando, o experimentar un 'estreñimiento menstrual'. Te contaremos por qué sucede.
A lo largo del ciclo menstrual, la cantidad de hormonas en tu cuerpo varía. Antes de que comience tu período, los niveles de progesterona son más altos para prepararse para un posible embarazo. Luego, durante la menstruación, tu cuerpo aumenta los niveles de las prostaglandinas compuestas, otro tipo de hormonas, mientras disminuye la cantidad de progesterona. Las prostaglandinas estimulan la contracción de los músculos de la matriz para ayudar a desprender el revestimiento del útero[1].
Entonces, ¿qué tiene que ver esto con las alteraciones digestivas? Bueno, tanto la progesterona como las prostaglandinas pueden afectar tus deposiciones. Si bien las prostaglandinas se dirigen al útero, si tu cuerpo produce más de lo que necesita, pueden ingresar al torrente sanguíneo y tener un efecto similar en otros músculos, incluidos los intestinos y otros órganos digestivos cercanos, lo que resulta en viajes al baño más frecuentes. Los niveles bajos de progesterona también pueden hacer que tengas diarrea.
Otra característica de la hormona progesterona es que puede tener un ligero efecto de estreñimiento en el cuerpo. A medida que se acumula en tu cuerpo, puede ralentizar tu sistema digestivo. Esta es la razón por la que puedes experimentar algo de estreñimiento en los días previos a tu período.
Ciertas condiciones de salud como el Síndrome del Intestino Irritable (SII), la endometriosis o incluso tener períodos típicamente dolorosos pueden hacer que sea más probable que estés estreñida, especialmente en los primeros días de tu período. También es normal experimentar inflamación y aumento de peso durante el ciclo menstrual.
Otro aspecto del síndrome premenstrual es que puede desarrollar algunos hábitos alimenticios diferentes, la progesterona puede hacer que tengas antojos de alimentos inusuales o que comas compulsivamente. Este cambio en tu dieta habitual, puede provocar heces con olor desagradable y, por supuesto, los temidos pedos menstruales. Para contrarrestar el mal olor, puedes tratar de evitar comer en exceso y, especialmente, mantenerte alejada del azúcar refinada y los alimentos procesados.
Como sabes, la sangre menstrual también tiene un olor particular, que puede influir en el momento que vayas al baño. No te preocupes, nadie tiene porqué darse cuenta de que tienes el periodo, y mucho menos por su olor, sin embargo, te recomendamos usar los Jabones Íntimos Nosotras para que te sientas fresca y controles posibles olores.
Realmente no hay mucho que puedas hacer, solo intenta alimentarte mejor con alimentos ricos en fibra como frutas, hacer ejercicio y descansar muy bien durante las noches.
Las alteraciones digestivas con la menstruación pueden ser incómodas, pero saber que muchas personas pasan por esto puede ayudarte, así como seguir aprendiendo más sobre tu ciclo.
Referencias
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