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8 de Septiembre
Poco se habla de la importancia del cuidado genital como parte de la atención de la salud de la mujer, es por eso que quiero contarte cómo debés cuidar tus genitales.
Antes de empezar hagamos un pequeño repaso de anatomía; y aclaremos que vulva no es lo mismo que vagina.
LA VULVA:
La vulva corresponde a la parte más externa de tus genitales, está formada por el monte de venus, labios vulvares mayores y menores, meato uretral, clítoris.
La función de los labios vulvares es la de brindar protección a la vagina, cubriendo el ingreso a la misma, participando de la mantención de una temperatura y humedad ideal para la misma.
Los labios mayores son repliegues de piel recubiertos por vello púbico, ubicados externamente, su coloración varía en cada mujer, pudiendo ser más oscura o más clara.
Los labios menores, se encuentran inmediatamente por dentro de los mayores y se extienden desde el clítoris, hacia el ángulo inferior de la vagina.
El clítoris, tiene una única función, y es la de permitirte sentir placer. Para cumplir con esta función, el clítoris posee más de 8 mil terminaciones nerviosas sensitivas.
La parte visible del clítoris es solo una pequeña parte de este órgano, ya que mide entre 7 y 10 cm, encontrándose el resto del mismo, rodeando a la vagina.
El meato uretral, es un pequeño orificio que se encuentra ligeramente por debajo del clítoris y es por donde sale la orina.
El monte de venus está formado por tejido adiposo cubierto por piel con vellos que recubren y protegen al hueso púbico de eventuales traumatismos. El vello pubiano evita el contacto piel a piel durante la relación sexual, disminuyendo la probabilidad de transmisión de algunas ITS, como por ejemplo el HPV y el Herpes.
En la vulva también vas a encontrar a las glándulas de Skene y a las glándulas de bartholino que se encargan de participar en la lubricación vaginal.
LA VAGINA:
Corresponde a la ”parte interna”. Es un tubo fibromuscular que comunica al cuello uterino con el exterior.
Sus funciones son dar contención al pene durante la cópula, formar parte del canal de parto y permitir la salida del flujo menstrual.
La vagina posee su propia microbiota.
La microbiota vaginal es el conjunto de microorganismos que habitan en la vagina, y evitan la colonización por otros microorganismos patógenos.
Cuando la microbiota vaginal se altera, suelen producirse infecciones vaginales, que conllevan a aumentar la cantidad de flujo, y a la aparición de flujo patológico.
El flujo patologico es el que produce picazón, ardor y/o mal olor; suele ser de color amarillo, verde, grisaceo, también puede ser espumoso o de aspecto similar a la ricota.
Ahora que ya sabés la importancia de cuidar tu microbiota vaginal, quiero dejarte algunos tips para que mejores la salud genital:
La vagina no se lava, solo se lava la vulva al bañarte.
No utilices cremas humectantes ni talco en la vulva ni en la vagina. Usar estos productos, además de alterar la microbiota vaginal, podría producirte irritaciones locales.
El vello genital protege. Si tenés pensado depilarte totalmente, dejá una línea de vello en la zona más interna de los labios vulvares.
Al higienizarte, siempre hacelo de adelante hacia atrás, ya que hacerlo de la forma inversa arrastra bacterias de la zona anal y periné hacia la vagina.
No usar bidet para higiene genital.
No usar desodorantes vaginales.
Usá ropa interior de algodón.
Evitá el uso de pantalones ajustados, este item incluye disminuir el uso de calzas.
Lavá la ropa interior con jabón delicado y luego enjuágala con abundante agua.
No compartas la ropa interior.
SI NOTÁS ALGÚN CAMBIO EN TU FUJO, YA SEA MAL OLOR, CAMBIO DE COLOR, O TE PRODUCE MOLESTÍAS, DEBÉS CONSULTAR A TU GINECÓLOGO/A.
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