Volver a
27 de Septiembre
Las enfermedades femeninas han sido invisibilizadas por mucho tiempo, sobre todo las que están relacionadas con el sistema reproductor. Solemos escuchar comentarios como “es solo un cólico”, “tómate una pastilla y ya” o “no es para tanto”, pero nosotras sabemos que sí es para tanto, y es que los dolores relacionados a la menstruación pueden llegar a ser incapacitantes, sobre todo si se tiene un diagnóstico de endometriosis. Por eso hoy, hablaremos sobre esta enfermedad y cómo es vivir con ella.
Es un trastorno en el que un tipo de tejido muy similar al del endometrio, que es el que recubre el útero, crece por fuera de este; afectando así a las trompas de Falopio, los ovarios y el tejido que cubre la pelvis.
Vivir con endometriosis es, en la mayoría de los casos, muy doloroso, porque, a diferencia del endometrio, este tejido no tiene cómo salir del cuerpo en cada menstruación.
Aunque todavía no se ha descubierto nada que ayude a prevenir la endometriosis, tener un diagnóstico a tiempo de la enfermedad, ayudará a controlar los síntomas, a mejorar la calidad de vida de la mujer y a evitar que la endometriosis afecte su vida reproductiva. Pues, aunque ya existen muy buenos tratamientos de fertilidad, este trastorno sí puede dificultar el embarazo. Para entender más sobre esta enfermedad, te recomendamos leer nuestro artículo sobre qué es la endometriosis.
La endometriosis tiene diversos síntomas y para el diagnóstico de esta, no debes tenerlos todos. Hay mujeres que tienen solo uno, y otras que pueden sufrir la mayoría de ellos. Aquí te compartimos los más comunes:
Dolor crónico en la pelvis.
Menstruaciones con cólicos muy dolorosos.
Dolor al tener relaciones sexuales o después.
Dolor al entrar al baño. Este se puede presentar al orinar o hacer popó.
Cansancio o falta de energía sin razón.
Periodos con flujos muy abundantes.
Sangrado entre un periodo y el siguiente.
Uno de los principales retos de vivir con endometriosis es recibir un diagnóstico a tiempo. En muchos casos, los fuertes cólicos se pueden confundir con los que aparecen normalmente durante la menstruación, y esto puede retrasar su detección.
Además, la vida en pareja también se puede ver afectada por el dolor que sienten las mujeres al tener relaciones sexuales que, puede llegar a ser tan intenso, que muchas evitan tener estos momentos de encuentro con su pareja.
El momento de empezar a buscar un bebé también puede parecer todo un reto y más, cuando se debe recurrir a tratamientos de fertilidad.
Sin embargo, el acompañamiento de un médico experto, el cumplir con sus recomendaciones al pie de la letra, asistir a las citas de control y mantener muy bien monitoreada la enfermedad, hará que todos estos retos que hacen parte de vivir con endometriosis sean mucho más llevaderos.
Para hacer este artículo, hablamos con 5 mujeres diagnosticadas con endometriosis que nos contaron un poco sobre su historia.
“Desde los 11 años, que tuve mi primer periodo, empecé con cólicos muy fuertes, menstruaciones acompañadas de náuseas, indigestión y flujos abundantes. Sin embargo y, aunque muchas veces terminaba en urgencias a causa del periodo y me hacían diferentes exámenes, tuve mi diagnóstico apenas a los 32 años” Susana Cadavid – 34 años de edad.
“Uno de los mejores días de mi vida fue, sin duda, cuando me operaron de endometriosis. Al principio sí estaba muy asustada, pero llevaba casi toda mi vida sufriendo de cólicos demasiado fuertes y periodos tan abundantes, que impedían que hiciera mi vida normal. Los médicos se demoraron mucho tiempo en hacer un diagnóstico correcto sobre lo que me estaba pasando, pero cuando por fin dieron con que era endometriosis, mi vida cambió” María del Mar Cano – 39 años.
“Tengo 36 años, fui diagnosticada con endometriosis desde los 17 y tengo 2 hijos que nacieron gracias a la fecundación in vitro. Hoy, la enfermedad todavía hace parte de mi día a día, tengo momentos en los que el dolor me supera y tengo que ir a la clínica en busca de medicamentos más fuertes” Esther Díaz – 36 años.
“Lo que me alertó sobre la endometriosis, fueron mis ciclos irregulares. Tuve mi primera menstruación a los 11 años y 10 años después, decidí ir al ginecólogo en busca de una explicación al respecto. Fue ahí cuando me diagnosticaron y me explicaron lo que era la endometriosis. Afortunadamente nunca he sufrido de dolores intensos como sé que sí les pasa a otras mujeres, pero igual tengo que vivir con esta enfermedad silenciosa que hace que tenga que hacerme chequeos anuales.” María Puerta – 33 años.
“Desde mi primera menstruación tuve dolores tan fuertes, que no me dejaban hacer mis actividades con normalidad. En el colegio mis profesoras sentían que me quejaba demasiado por algo que nos pasaba a todas, lo mismo en mi familia. Siempre me decían que el dolor era normal y debía aguantarlo, por eso me demoré casi 30 años en recibir el diagnóstico adecuado y saber que mis cólicos tan fuertes sí eran producto de algo más que la menstruación.” María José Villa – 43 años.
El tratamiento más común y efectivo para la endometriosis es el uso de píldoras anticonceptivas, que desaparece los síntomas casi en su totalidad. Eso sí, cómo te lo mencionamos cualquier tratamiento siempre recomendado por tu médico. Sin embargo, si en algún momento llegas a presentar dolores, estas son algunas maneras de aliviar el dolor de forma natural por ti :
Acostarte boca arriba con una almohada bajo las rodillas para liberar la presión sobre la espalda. También lo puedes hacer de lado llevando las rodillas hacia tu pecho.
Tratamientos con acupuntura, estos son de los más efectivos a largo plazo.
Hacer ejercicio de manera regular.
Practicar de manera constante algunas técnicas de relajación como el yoga, el mindfulness o la respiración consciente.
Comer lo más natural posible con una alimentación rica en frutas, verduras y grasas saludables. Evitar al máximo alimentos ultra procesados y carnes rojas.
Algunas infusiones como las de té verde y cúrcuma pueden ser de gran ayuda.
Lo importante de todos estos tratamientos es que te permitan continuar con tu vida de manera normal, y poder practicar tus pasatiempos, trabajar o tener relaciones sexuales sin sentir un dolor que te paraliza. Por eso, te recomendamos ponerlos en práctica y acudir a nuestro consultorio virtual con la ginecóloga en caso de que tengas más dudas.
Dejanos tus comentarios