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¡Hola, chicas! ¿cómo están? Qué lujo volver a encontrarnos por aquí una vez más

De a poquito está llegando el calor, los días están más lindos, más livianos y empezamos a vestirnos con ropa más ligera. Esto empieza a movilizarnos de algún modo, ¿no? Los meses de invierno con sus mil capas de ropa quedaron atrás. Ahora, de a poquito empezamos a ver más piel por todos lados.

También aparecen los picnics en las plazas, los parques llenos de gente, hay más reuniones de amigos y amigas. Los días son más largos, hay luz hasta más tarde y dan ganas de hacer un after después de la ofi o la facu.

Y claro, nos empiezan a pasar otras cosas, también. Todo esto, relacionado con el ciclo circadiano. ¿Saben qué es? Es un reloj biológico interno que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia, entre otras cosas. Por eso cuando los días son largos, al haber más luz, el ritmo se sincroniza y favorece, entre otras cosas, el deseo sexual.

¿Qué relación tiene el deseo sexual femenino con la luz solar? Primero que la luz del sol regula muchos de nuestros procesos hormonales. En cambio, cuando hay oscuridad se libera melatonina en cantidades, que es una hormona del sueño (¡esto explica por qué nunca logro ver una serie completa en Netflix de noche!).

La luz solar también libera la serotonina, una hormona que nos hace sentir mejor, nos aporta bienestar, ganas y motivación. Si a esto lo unís con mayor cantidad de horas del día en las que podés salir y estar activa, es un lindo combo para explicar por qué la líbido y el deseo sexual aumentan. Esto junto a la predisposición para tener relaciones o conocer a alguien.

Ahora, todo muy lindo: los after, los parques, la gente con menos ropa, la mayor disposición hormonal, pero ¿y si no conozco a nadie?

Autoconocimiento: la clave

¿Cómo que no conocés a nadie? ¿Y vos? Es muy curioso esto que nos pasa con la sexualidad. Cuando hablamos de deseo sexual lo linkeamos casi inmediatamente con “deseo con otra persona”, o “hacia otra persona”. Y no veo ni una sola razón para que tenga que ser sí o sí de esta manera. Por el contrario. Creo que la masturbación es positiva. No solo como práctica para generar placer sexual, sino porque te conecta con alguien única: ¡vos!

Si bien es cierto que la masturbación femenina es una práctica históricamente rodeada de tabúes, mitos y prohibiciones, lo cierto es que al día de hoy, 2023, sigue habiendo muchas personas, sobre todo mujeres, que desconocen los beneficios y la potencialidad de la masturbación en el autoconocimiento sexual.

Algunos beneficios de la masturbación femenina

La masturbación femenina es clave para generar momentos placenteros y de conexión con nosotras mismas. Y, sobre todo, fomentar el disfrute, el goce y el placer sexual que puede lograrse a través de una práctica silenciada durante años, pero con múltiples beneficios.

Por mencionar algunos, empecemos con la conexión que podés entablar con tu cuerpo, porque vas a poder discernir lo que te gusta, lo que te genera mayor placer sexual y te va a permitir conectarte de una manera mucho más positiva con vos misma.

Además, dato de color: la masturbación es un ansiolítico natural, porque libera endorfinas y reduce los niveles de estrés, alivia tensiones y te permite descansar mucho mejor después de un día largo.

Esto también se puede ver durante la menstruación, la masturbación femenina en los días de menstruación puede ayudarte a reducir los cólicos, porque las contracciones involuntarias del orgasmo dan un suave masaje al útero, ¡un movimiento muy bienvenido en días de molestias!

Incluso, está comprobado que aquellas mujeres que aceptan positivamente la menstruación, así como también la masturbación, y las entienden como procesos naturales, se sienten más y mejor conectadas con su salud sexual. A su vez, llevan un mejor registro de su bienestar a lo largo del ciclo completo.

Y algo que me encanta y resalto de la masturbación femenina es que nos da autonomía. De esto habitualmente no hablamos, porque en general la masturbación o la autoestimulación queda relegada a lo pecaminoso, a lo que no se hace, a eso que tus amigas no aceptan.

Es extraño, porque la masturbación es un proceso súper natural y esperable de la conducta humana, pero negado sistemáticamente por las mujeres a lo largo de los años. Parece que solo ellos, los varones, son los que están habilitados al placer sexual individual, ¿no?

Mitos sobre la masturbación y el placer sexual femenino

Así como recién te contaba que la masturbación es un proceso súper natural y esperable, lo cierto es que también es una práctica llena de mitos.

Quizás sea por esto que a lo largo de la historia de la humanidad, las mujeres hemos sido mal vistas por admitir esta práctica, reconocerla e incluso, pedir espacio para hacerla o que nos la hagan.

Eso reprodujo, siglo a siglo, este desconocimiento respecto del propio cuerpo, del placer sexual femenino, de la autonomía de ese placer y, por supuesto, una vez más, volvió a poner nuestra sexualidad literalmente en manos de los hombres.

Porque si, chicas, durante siglos se creyó (me gustaría escribirlo solo en pasado, pero sigue ocurriendo) que nuestro placer sexual es únicamente a través de la penetración.

La masturbación no va a traerte ningún problema de salud: no causa infertilidad, ni desórdenes mentales, no afecta a tu actividad física, ni va a dejarte más débil.

Tampoco tiene correlación con estar o no en pareja. Por el contrario, acordate que, cuando hablamos de sexo, más es más. Cuanto más conectada estés con tu propio placer sexual más posibilidades vas a tener de repetir y compartir eso que te gustó hacer estando sola.

Entonces, si, es cierto. Fueron años, décadas, y siglos perpetuando el mismo modelo de silencio con la masturbación femenina. Tanto, que todavía, al día de hoy, nos siguen haciendo creer que tocarnos, explorarnos o conectarnos con nuestro placer sexual es malo, sucio, peligroso y hasta dañino.

Te debe pasar en las charlas con tus amigas, si hicieras esta pregunta: “Chicas, ¿quién se masturba?”, cuántas crees que lo dirían. Y ¿si hicieras esta misma pregunta a un grupo de amigos varones? Para pensarlo...

Por suerte, hoy somos Nosotras las que levantamos esta bandera para empoderarnos. Hoy es esta generación la que no pide permiso para hablar de masturbación femenina con naturalidad, sin temores, sin vergüenza y sin pudor de admitirlo. ¡Porque es una parte natural de nuestra sexualidad!

¡Nosotras nos leemos!

Chicas, como siempre es maravilloso leerlas. Escribanme aquí en comentarios todas las dudas que tengan con este tema (o con los que quieran), y déjenme sus sugerencias de otros temas que quieran leer.

Hasta la próxima nota :)

Nos quiero,

Maru

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