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2 de Octubre
¡Hola chicas! ¡Al fin nos reencontramos! No puedo explicarles lo mucho que ansiaba escribir acá.
Volver a leernos, a debatir y sobre todo: ¡a pensar juntas! La mejor parte es que ya estamos en primavera, y eso significa que es una fecha para divertirnos, disfrutar y aprender: clima ideal para hablar del Orgasmo Femenino (sí, ¡en serio!).
Parece que de este tema ya estuviera todo dicho, ¿no?, como si no hubiera mucho más que pensar o hacer al respecto. Y no es así, lamentablemente siguen circulando mitos sobre el placer femenino, la gran mayoría sostenidos por nosotras mismas. Eso impide un verdadero disfrute, lógicamente genera un poco de ansiedad dejarse llevar por la fascinante experiencia del autoconocimiento.
Hace unas semanas una paciente llegó a mi consultorio de sexología absolutamente frustrada. Me decía que no podía ser, que nunca había tenido un orgasmo, que nunca lo había sentido y que “creía” que jamás iba a poder lograrlo. Así de determinante: “jamás”.
Comencé a indagar y me contó que nunca había tocado, ni siquiera de adolescente. Cuando tiene relaciones le gusta que sus parejas sexuales la estimulen, pero luego termina frustrada por no poder llegar a un nivel mayor de excitación y mucho menos al clímax.
También me contó que nunca se observó la vulva en el espejo, y menos aún se permitió lograr un nivel más alto de placer. En palabras textuales, me dijo que estaba esperando que el orgasmo fuese una “catarata de placer”, como su mejor amiga le dijo que tenía que ser.
Una catarata como la de la amiga. Pero nada, no sentía nada de nada.
Puedo estar horas esperando “esa catarata”, pensando en lo que me “tiene” que pasar, pero no me pasa. Creyendo que estoy fallada, que a todas les sale bien, que todas pueden alcanzar un orgasmo, pero yo no. Y lógicamente ese nivel de frustración, de ansiedad y de angustia solo van a empeorar la situación.
No solo no voy a lograr la “catarata”, sino que además, probablemente no tenga ninguna motivación para querer repetir la experiencia de autoexploración. Porque, en definitiva, acordate lo que te digo siempre: en sexo más es más. Cuanto más te conozcas, cuanto más te explores, más ganas vas a tener de repetir esas experiencias positivas y placenteras.
Si tenés niveles altos de bienestar sexual y de intimidad con vos misma, lo más probable es que el sistema de recompensa de tu cerebro te pida un “bis”. Pero cuando la ansiedad predomina, la frustración aumenta. Entonces es inviable lograr un orgasmo femenino, porque el cerebro se desconecta del placer.
Es importante que pensemos juntas en algunos de los mitos más comunes que rodean al tema del placer femenino. Así que ponete cómoda, servite tu bebida favorita y disfrutá de este recorrido hacia tu orgasmo.
Falso. Es uno de los mitos más divulgados, en el que muchas de nosotras nos quedamos esperando a que pase una verdadera magia únicamente por la penetración. Pero la verdad es que la mayoría de las mujeres (más del 90%) alcanzan el orgasmo femenino a través de la estimulación del clítoris: nuestro único órgano diseñado exclusivamente para el placer.
Pero atenti, porque sí te puede pasar que durante la penetración, en determinadas posiciones donde el clítoris es estimulado (vos arriba, por ejemplo), sí puedas lograr un orgasmo, ¡o varios!
Mito. Si bien no todas las mujeres tienen la misma facilidad para llegar al orgasmo, no significa que sea “difícil”. La base está en el autoconocimiento, tu propia educación sexual y una comunicación asertiva con vos y/o con tu pareja sexual, para repetir lo que mejores resultados te dé.
Pero lógicamente cada una de Nosotras es única, así que disfruta del proceso de autodescubrimiento sin presiones ni exigencias.
Falso. ¿De dónde sacan estas cosas? No es una regla fingir y lo cierto es que hacerlo solo te engaña a vos misma. Sentite segura para expresar lo que sentís y necesitás en el momento en que estés con otra persona. Tu pareja sexual no tiene una bola de cristal para entender lo que necesitás sin decirlo.
Falso. Definitivamente no, el placer femenino no depende del tamaño del pene. Recordá: tu orgasmo es tu responsabilidad. Eso significa que de vos (y de nadie más) depende que te conozcas, que te explores, que identifiques lo que te gusta y que aprendas a pedirlo para poder alcanzar niveles más altos de placer de a dos.
Falso. Nuestro período refractario (el momento equivalente en el que el varón pierde la erección después de tener un orgasmo/eyaculación), es muy breve. Tanto, que nos permite seguir teniendo orgasmos si somos estimuladas correcta y adecuadamente.
Depende. Masturbarse es una forma de descubrir genuinamente lo que te da placer y cómo te gusta. Es una práctica saludable y totalmente esperable en cualquier persona. ¿Es lo mismo que estar con una pareja sexual? No, por supuesto que no, pero eso no significa que no puedas practicar para cuando llegue el momento.
Les dejo una última recomendación: el orgasmo es maravilloso, y el multiorgasmo lo es todavía más. Así y todo, no deben nunca ser nuestra meta en el placer.
Un encuentro debe estar guiado únicamente para alcanzar ese orgasmo, como la “catarata de placer” que anhelaba mi paciente. Eso solo puede generar frustración, afectar la autoestima y el deseo sexual.
El orgasmo femenino no es una meta, sino la consecuencia necesaria de un proceso de autoconocimiento, educación sexual y comunicación asertiva.
Chicas, ya lo vemos, el tema del orgasmo femenino es complejo y todavía hoy sigue siendo un tema repleto de mitos, miedos y tabúes.
Sin embargo, tener más información acerca del placer femenino les va a permitir explorarse sin miedos, atreverse a un disfrute más allá de lo imaginado y a disfrutar de una vida sexual más plena y satisfactoria.
Nos reencontramos en la próxima nota y, como siempre, pueden escribirme acá abajo para contarme acerca de qué otros temas les gustaría que charlemos, me encanta leerlas.
Ahora sí, en esta primavera, ¡felices orgasmos para todas!
Maru.-
Lic. Mariana Kersz
Psicóloga Sexóloga
Especialista en vínculos
MN 59610
@lic.marianakersz
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