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11 de Febrero
La reserva ovárica es un concepto clave cuando hablamos de fertilidad.
Se refiere a la cantidad de óvulos disponibles en los ovarios de una mujer en un momento específico de su vida, lo cual influye directamente en sus posibilidades de lograr un embarazo, ya sea de manera natural o mediante técnicas de reproducción asistida.
Aunque este tema es fundamental, muchas mujeres desconocen los cambios que se producen en su cuerpo con el paso del tiempo y cómo estos pueden afectar su fertilidad.
A diferencia de los hombres, que generan espermatozoides constantemente, las mujeres no crean nuevos óvulos a lo largo de su vida.
Desde antes de nacer, cada mujer ya tiene en sus ovarios una cantidad determinada de óvulos, que se desarrollan durante la vida intrauterina. Esto significa que cada óvulo que posee la mujer estuvo presente en sus ovarios desde que estaba en el interior del útero de su madre
Estos óvulos son células inmaduras que, a lo largo de la vida fértil, completan su proceso de maduración durante la ovulación. Sin embargo, a partir de los 32 años aproximadamente, la reserva ovárica comienza a disminuir de manera gradual, y esta disminución se acelera después de los 35 años.
No solo disminuye la cantidad de óvulos disponibles, sino que también disminuye su calidad, lo que en caso de producirse un embarazo aumenta el riesgo de alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down, y la tasa de abortos espontáneos. Esta es la razón por la que el paso del tiempo tiene un impacto tan significativo en las probabilidades de quedar embarazada.
La disminución de la reserva ovárica es un proceso natural e irreversible. Cada mujer nace con una cantidad limitada de óvulos que se va agotando con el paso del tiempo, sin posibilidad de regenerarse.
Lo más común es que las mujeres no se den cuenta de que tienen una reserva ovárica reducida hasta el momento en que intentan quedar embarazadas y, tras varios meses de intentos, descubren que no lo logran sin razón aparente.
No existe ningún tratamiento que pueda detener o mejorar la disminución de la reserva ovárica. La edad es el factor más determinante, pero otros factores pueden influir en un descenso prematuro, como padecer endometriosis ovárica, haber tenido cirugías ováricas, infecciones pélvianas o haber recibido tratamientos oncológicos, como quimioterapia o radioterapia.
Además, los hábitos de vida como el tabaquismo, también tienen un impacto negativo en la reserva ovárica, al igual que un historial familiar de menopausia precoz o la presencia de enfermedades autoinmunes.
Existen varias pruebas que permiten determinar la cantidad de óvulos disponibles en un momento determinado de la vida. Las más comunes son:
El resultado de esta prueba, permite evaluar la cantidad de óvulos disponibles y permite predecir cómo va a responder la mujer a la estimulación ovárica en caso de realizar un tratamiento de fertilidad. El recuento se realiza con una ecografía transvaginal.
Los folículos antrales son los que empiezan a crecer en el ovario durante cada ciclo menstrual, y en su interior ¨maduran¨ los óvulos.
Esta hormona es producida por los folículos y se mide mediante un análisis de sangre.
También se pueden medir los niveles de otras hormonas, como la foliculoestimulante (FSH), la luteinizante (LH) y el estradiol, que influyen en el proceso de desarrollo de los óvulos.
Para una mujer menor de 30 años, sin problemas de fertilidad, que tiene relaciones sexuales durante el período ovulatorio, la probabilidad de concebir es de aproximadamente un 20-25% por ciclo menstrual. Sin embargo, esta cifra disminuye con la edad.
A los 30 años, la posibilidad de embarazo por ciclo es del 15%, y en mujeres mayores de 38 años, se reduce a un 3%.
Estos datos subrayan la importancia de entender cómo la edad afecta la fertilidad. Aunque muchas mujeres deciden postergar la maternidad por razones personales, profesionales o económicas, es fundamental que estén informadas sobre cómo el paso del tiempo impacta sus posibilidades de concebir.
Si tenés más de 30 años y estás considerando postergar la maternidad, una opción a tener en cuenta es la preservación de óvulos. La criopreservación de óvulos permite conservarlos en su estado actual para utilizarlos más adelante, en un tratamiento de fertilidad, cuando decidas tener hijos.
Si bien esta técnica no garantiza un embarazo futuro, aumenta las probabilidades al preservar óvulos más jóvenes, es decir de mejor calidad.
❣️ Es esencial que, si estás pensando en postergar la maternidad, hables con tu ginecólogo para evaluar tu reserva ovárica y discutir las opciones disponibles. Comprender tu situación particular te permitirá tomar decisiones informadas y planificar de la mejor manera tu futuro reproductivo.
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