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La intuición es ese sexto sentido que te dice que algo o que alguien no es lo que parece. Pero ¿Cuántas de nosotras lo usamos para cuidarnos? Esa es la gran pregunta que nos hacemos siempre, porque el intuir o anticiparnos a algo o alguien quizás puede ser positivo como negativo, ya que podemos errar en el intento.

Sin embargo, qué pasa cuando es todo lo contrario, y luego de un tiempo te das cuentas que si es lo que creías. Según su concepto, se dice que la intuición es una habilidad para percibir algo sin la intervención de la razón. Eso quiere decir que, la intuición es parte de nuestras emociones, de ese no sé qué, que nos dice que algo no está bien.

Si bien, a veces no sabemos cuán real sea eso, es importante tomarnos un tiempo para analizar si lo que creemos es o no cierto, para que no tomemos decisiones a la ligera que nos puedan afectar o afectar a un tercero.

La intuición es una bonita habilidad, pero también debemos de tener la precaución de saber cómo usarla, y si tenemos alguna inquietud, evaluarla poco a poco para disipar nuestras dudas y así, llegar a un buen puerto.

Así mismo, ¿Cómo podemos desarrollar la intuición de forma positiva? Pues, escuchando nuestro corazón, el que dicen que nunca se equivoca y nos puede guiar a que tomemos buenas decisiones con respecto a algo que nos ocurre. Eso también parte de la confianza que tengamos en nosotras mismas, en lo que creemos y consideramos correcto o adecuado.

Para el físico Albert Einstein, la intuición es muy importante. Por lo que, nos permitirá tomar el camino correcto, y saber si algunas cosas o personas son de fiar o no.

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