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16 de Marzo
Constantemente estamos siendo influenciados por las modas, tendencias, comentarios y un sinfín de persuasiones que hacen que el camino a ser tú misma, y que supone ser fácil, se convierta en la tarea más difícil de todas.
Desde pequeña, al menos desde que tengo uso de razón, he tenido mi atención dirigida a mi apariencia. He llevado mi cabello alisado todo el tiempo, nunca conocí mi cabello natural, porque no le di la oportunidad. Recuerdo que siempre cepillaba mi cabello, lo desrizaba y todos decían ¡Qué bien te ves! y así también me sentía yo.
Pero cuando empezaba a salir con mi cabello natural, era todo un caos, tenía que correr a comprar productos para alisarlo nuevamente, porque me sentía enferma, y así me veían todos. -Aquí viene de nuevo el pelo malo- Eran mis palabras y las de todos alrededor.
Continuando con mi experiencia, no soy el tipo de persona que se deja persuadir fácilmente o influenciar por otros, intento decidir y tomar mis decisiones, lo hago porque es lo que quiero; aun así, entendí que inconscientemente estaba siendo persuadida por la sociedad, la cual nos vende una apariencia perfecta y en mi caso, nos dice -cuál es la mejor forma de llevar nuestro cabello afro-rizado.
Lo peor, es que estaba siendo persuadida, sin siquiera conocer el estado natural de mi cabello, sin darme la oportunidad de ser yo misma, de estar con lo que yo decido y con lo que me hace ver y sentir mejor. Siempre había usado productos para alisado, y cuando decidí tomar otro producto más fuerte, eso terminó por expandir el caos. Mi cabello estaba débil, se partía, estaba demasiado maltratado.
En fin… Llegó la cuarentena, todo pasó en la cuarentena y cepillarse ya se hacía innecesario, no podía volver a usar esos productos, por lo tanto, tenía literal dos opciones, seguir usando el producto fuerte y aplicar secador o eliminar de mi vida todo tipo de productos para alisar mi cabello.
Opté por la segunda, y debo decir que fue la mejor decisión de mi vida, justo después de decidir dar lo mejor de mí cada día, por ser un buen ejemplo del amor de Dios. Me decía a mí misma, es mi cabello, el que Dios me regaló, y por fortuna, ahora es tendencia, así que aprendo muchas cosas para cuidarlo.
Por supuesto, para mí es solo una guía, cada cabello es único, así que es tarea individual descubrir qué es lo mejor. En la actualidad luzco mi cabello natural, exactamente desde hace 1 año y cuesta, no sólo mantenerlo, sino verme al espejo cada día y descubrirme a paso lento. Confieso que me tomo fotografías y me detengo cada tanto frente al espejo, mientras internamente vociferó -Esta eres tú, y te ves hermosa con tu cabello Afro-Rizado.
Estoy segura que más pronto de lo que imagino, lo diré sin un ápice de duda. ¿Saben qué es lo mejor de todo? Ya no tengo que huir del agua, es mi aliada. La experiencia es desde mi cabello, pero tú puedes reflexionar desde esa parte de ti que escondes. Ser tú misma no es fácil, pero basta decidirlo para que sea lo mejor de tu vida. ¡Ese es el mejor poder! #Loving
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