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23 de Noviembre
Cómo mamás y papás todos los días tenemos un nuevo reto, intentamos prepararnos para ser las mejores: cursos de disciplina positiva, estimulación, alimentación saludable; y siempre olvidamos que ser mamás es la única carrera profesional sin título o fecha de graduación.
Somos expertas en planearlo todo: to do list, agenda diaria, horarios con bloques de colores, más alarmas que contactos en el celular, y al final, siempre descubrimos que el camino es todo menos lo que esperábamos. Y sí, eso fue lo que pasó este año, las loncheras se quedaron empacadas y los morrales para el colegio guardados.
Nunca nos preparamos con un curso de homeschooling, y es que quién iba pensar que nuestros comedores se convertirían en aulas escolares, y los computadores de la casa en tableros. Pero aunque quisiéramos cerrar los ojos por un instante, y olvidar esta realidad, sabemos que al abrirlos nada habrá desaparecido y tendremos que hacer de nuestro hogar la mejor experiencia escolar.
Por eso, creamos este manual, una guía práctica con 10 tips para clases virtuales, para no desfallecer en el intento de convertir tu casa en el colegio de tu hijo, sin perder la cordura.
Elige un espacio en la casa como lugar de estudio, asegúrate que tenga excelente iluminación, buen acceso a internet, una silla cómoda y un escritorio. Busca un espacio que puedas supervisar desde lejos, para que mientras estés trabajando o haciendo otras actividades, puedas observar a tu hijo y acceder a él fácilmente, pero darle la independencia y autonomía que necesita.
¡Diseña un horario escolar! Con materiales creativos y diferentes colores organicen juntos semanalmente las clases virtuales y actividades que tendrán, esto permitirá que todas las noches puedan revisar qué deben tener preparado para el siguiente día y tener en mente toda la semana. Tip extra: déjalo en un lugar visible al que puedan acceder fácilmente tu hijo y tú.
¡Define muy bien los tiempos! Ahora el trabajo y el estudio hacen parte de tu rutina en casa, y debes aprender a separar muy bien los espacios. Puedes aprovechar tus pausas activas para acercarte a tu hijo, darle un beso y decirle que lo está haciendo muy bien. Es muy importante que todos los días separes en tu agenda algunos minutos para acompañarlo en el proceso y ayudarlo si lo necesita. Una vez tengas separados estos espacios puedes puedes explicarle en qué momentos estarás 100% disponible para él.
Hemos oído hablar mucho de programación neurolingüística, y cuando se trata de homeschooling ¡también podemos usarla! Empoderar a tu hijo con las palabras correctas hará que, la adaptación a esta nueva metodología, sea más fácil para él. Llena sus días de afirmaciones positivas, frases como: hoy será un gran día, vas a aprender muchísimo, tus clases son muy divertidas; lo hará sentir más seguro y apoyado en este proceso.
¿Sabías que las mañanas son perfectas para aprender porque el cerebro está más descansado y dispuesto a absorber nuevos conocimientos? Por eso, deberían empezar los días con las actividades que requieran mayor esfuerzo y concentración, así tu hijo tendrá mayor capacidad de atención.
Recuerda que tu hijo no debe estar ocupado todo el tiempo, ¿sabías que tener espacios donde no esté haciendo nada fomenta su creatividad? Por esta razón, tener pausas activas es indispensable durante su rutina escolar. Estirarse, jugar, brincar, y hasta bailar, ¡cualquier cosa que rompa con la rutina es súper válida!
La flexibilidad es muy importante en los ambientes virtuales, todos tenemos un ritmo y una metodología diferente de aprendizaje, por eso, es indispensable que identifiques con qué actividades se siente mejor tu hijo y qué lo motiva. Incluso aprender a partir del juego es una excelente estrategia para hacer la virtualidad más amena.
Está bien pensar que no puedes un segundo más, sentirte con ganas de renunciar a todo y darle a tu hijo un año sabático, sin computadores ni clases virtuales. Cuando llegues al límite ¡regálate un espacio! Aléjate del lugar y respira profundo, haz algo que te recargue: leer un capítulo de un libro, escuchar tu canción preferida, y por qué no darte un baño ¡no importa qué tan ocupada crees que estás! Siempre habrá tiempo para ti. Recuerda que se vale perder el control, soltar y dejar las cosas fluir, no es, ni será el fin del mundo. Habla con tu hijo y explícale que este es un trabajo en equipo y que necesitan estar más unidos que nunca para lograrlo.
Al terminar las actividades escolares intenta realizar alguna actividad divertida que los conecte como familia: un juego de mesa, leer un libro, pintar, son solo algunas ideas. Habla con tu hijo sobre cosas diferentes al estudio, dile que te cuente qué fue lo que más disfrutó en el día, o comparte con él algo importante para ti.
No olvides que esto es un trabajo en familia, por eso, es importante tener unas reglas de juego claras, y se deben definir en equipo. Construyan juntos un manual con los Sí o los No de la virtualidad, así todos estarán alineados y sabrán qué se debe y no se debe hacer.
No permitas que tu casa se convierta en un campo de batallas, sigue estos tips para clases virtuales, y acompaña a tu hijo en este proceso con las herramientas correctas, para darle la autonomía y seguridad que necesita para enfrentar esta nueva realidad. Si tienes más consejos prácticos para que el homeschooling sea un éxito ¡compártelos aquí con Nosotras!
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