Sabemos que la autoestima baja es tener un concepto negativo de nosotras mismas, que puede producir problemas de salud, relaciones sociales y de habilidades de productividad en el aprendizaje.

Tips que te ayudarán a sentirte bien por dentro y por fuera.

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Sabemos que la autoestima baja es tener un concepto negativo de nosotras mismas, que puede producir problemas de salud, relaciones sociales y de habilidades de productividad en el aprendizaje.

¿Has notado que los cambios más fuertes de nuestras vidas son consecuencias de situaciones específicas que nos han pasado? Afrontar una separación, una enfermedad, problemas económicos, etc. Nos sentimos decaídas, con los ánimos muy bajos, pero nuestra mente percibe que debemos hacer algo para cambiar. Es posible que ciertas emociones como el miedo nos paralicen y queramos mantenernos en nuestra zona de confort, pero debemos arriesgarnos y trabajar para aumentar nuestra autoestima ¡y así lograr todo lo que nos proponemos!

Para mejorar la autoestima es muy importante que primero analicemos las áreas donde nos sentimos más débiles, para así empezar a proyectarnos un objetivo diario. Una buena forma de hacerlo es siempre al levantarnos dar gracias por ese nuevo día, mirarse al espejo y decir con seguridad y firmeza que ¡podemos lograr todo y somos capaz de eso y mucho más! Evaluemos dónde debemos potenciar nuestra autoestima, puede ser en las siguientes áreas de nuestra vida:

  • Familia: aprendamos a diferenciar en qué ámbito familiar tenemos problemas de autoestima: relaciones difíciles con nuestros hijos, con nuestros padres, pareja, hermanos, tíos, suegros, etc.

  • Amigos: en nuestras amistades debemos revisar si nos cuesta conservarlas, o si quizás tenemos una amiga o amigo específico con el que tenemos dificultades y con quien nos gustaría mejorar la relación.

  • Trabajo: cómo llevamos nuestro ámbito laboral, analicemos si tenemos problemas con los jefes o compañeros y pensemos en cómo podemos solucionarlos.

  • Estado o apariencia física: debemos ser observadores y sinceros con nosotras mismas, pensar en las cosas que valoramos de nuestro cuerpo y las que nos gustaría cambiar, para así trabajar desde la autoestima, esta área de nuestras vidas.

Seguro al principio va a ser un poco difícil, ¡nadie ha dicho que vaya a ser fácil!, pero debemos detectarlo, mirar cómo nos comportamos, revisar en el ámbito laboral qué tan abiertas somos, si aceptamos otras opiniones o comentarios; con nuestra familia, pareja y amigos, de qué temas les hablamos, qué nos gusta contarles, qué tan sociales somos, ¿somos un apoyo para ellos? Estas son preguntas que nos van a ayudar a conocernos un poco mejor y ¡empezar con el pie derecho e identificar en cuál área estamos fallando!

Para aumentar nuestra autoestima, es muy importante que empecemos a trabajar en nosotras, que nos mostremos lo mucho que nos amamos, comencemos a tener un estilo de vida saludable y balanceado, y a formar nuestros hábitos de deporte para mantenernos siempre activas y constantes, ¡esto nos ayudará a mejorar nuestra salud física y mental!

Después de realizar un trabajo de introspección, debemos empezar a proyectar un objetivo que debemos alcanzar y tener muy presente que ¡somos capaces de lograr lo que nos propongamos! Estas son algunas de las metas que podemos ponernos, y nos ayudarán a mejorar nuestra autoestima:

  • Ejercitarnos, cuidar nuestra alimentación y eliminar pensamientos negativos.

  • A veces es necesario que saquemos de nuestras vidas personas tóxicas y nos rodeemos de gente buena.

  • ¡No nos quejemos tanto! Recordemos decirnos a nosotras mismas que ¡somos capaces y podemos lograr todo!

  • Salgamos con nuestros amigos: organicemos encuentros, cenas, desayunos, conozcamos nuevos lugares y ¡divirtámonos!

  • Pongámonos guapas: amémonos, consintámonos, arreglemonos por y para nosotras.

  • ¡Marquemos nuestros límites! A veces es necesario decir no con firmeza y seguridad. ¡Aprendamos a decir no cuando sintamos que es necesario!

  • ¡La gratitud es más que importante! Siempre debemos tener gratitud y agradecer todo lo que tenemos, nuestra familia, amigos, nuestro cuerpo, nuestro hogar y todo lo que nos rodea.

  • ¡No perdamos la fe! Con la fe logramos los objetivos propuestos ¡somos capaces y lo lograremos!

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