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¿Hasta qué punto son “normales” los efectos de mis pastillas anticonceptivas?, ¿será que debo visitar a mi ginecólogo?, o ¿debería cambiar método anticonceptivo yo misma? Estas y más preguntas pueden aparecer al momento de tomar anticonceptivos, pues aunque algunas nos sintamos muy seguras de la fórmula que utilizamos, hay otras que, por el contrario, su sexto sentido les advierte que algo no anda bien y que deberían considerar probar un nuevo método.

Antes de esto, es súper importante que identifiques las señales de tu cuerpo y te informes correctamente, así que continúa leyendo este artículo que te ayudará a encontrar algunas respuestas.

¿Por qué algunas mujeres deciden cambiar de método anticonceptivo?

Para ninguna de Nosotras es un secreto que, con el paso del tiempo, nuestro cuerpo cambia en muchos aspectos y uno de ellos, se relaciona con los niveles hormonales, pues estos no siguen siendo los mismos cuando somos jóvenes que cuando somos más adultas. Esta podría ser una de las principales razones por las cuales una mujer decide cambiar método anticonceptivo a otro: que ya no le favorece, no le resulta del todo efectivo, no se siente cómoda con él o, simplemente, hubo un cambio en su vida, como viaje, un nuevo trabajo, una nueva relación sentimental o un hijo, y por eso ya no se ajusta por completo a su condición o necesidad.

Pero, antes de seguir, ¿qué te parece si profundizamos más en estas razones? ¡Aquí vamos!

Efectos secundarios

¡Anota esto! Cada método anticonceptivo puede tener efectos secundarios completamente diferentes y esto también varía según cada mujer. No todas somos iguales y por esa razón, hay a quienes les vendrá mejor un método que otro. Algunas podríamos experimentar cambios o síntomas que perduran en el tiempo y nos harán preguntarnos: -“¿En realidad estoy usando el método correcto?”-.

Estos son algunos efectos secundarios que varían según el método anticonceptivo:

  1. Píldoras anticonceptivas: pueden aparecer dolores de cabeza con frecuencia, náuseas, sensibilidad en nuestros senos, cambios en la menstruación y disminución del deseo sexual.

  2. Inyección anticonceptiva: sus principales efectos secundarios pueden incluir náuseas, cambios en el apetito, aumento de peso, alteraciones en la piel y cambios en el estado de ánimo.

  3. Parche anticonceptivo: algunas mujeres pueden experimentar dolor de cabeza, retrasos en el periodo o incluso que no les baje, calambres menstruales, ansiedad e irritación en la zona donde se pone el parche.

  4. Dispositivo intrauterino (DIU): los efectos secundarios más comunes en estos casos son el manchado entre periodos, cólicos menstruales más fuertes, periodos irregulares e incluso más largos y abundantes. 

  5. Implante anticonceptivo: algunos de sus efectos suelen ser dolor de espalda, menstruación prolongada o ausencia de ella (amenorrea), aumento de peso, mareos y dolores de cabeza, disminución del deseo sexual y cambios frecuentes en el estado de ánimo. 

Recordá que hay síntomas que se podrían considerar “normales” en los primeros dos meses, mientras te adaptas a cada método, sin embargo, si pasado este tiempo sigues experimentando algunos signos que impiden que tengas una rutina habitual, lo más indicado es consultar con tu médico y, en el mejor de los casos, cambiar método anticonceptivo.

Se te olvida tomarlo

Olvidarnos de tomar la pastilla anticonceptiva nos puede pasar a cualquiera de Nosotras; sin embargo, si este error suele convertirse en algo repetitivo, comenzarás a sentir cierta intranquilidad con el método y es ahí cuando debes cuestionarte si en realidad este es para ti. Recuerda que la efectividad también depende de nuestra responsabilidad al usar cada método anticonceptivo, si en tu caso has intentado de todas las maneras posibles como alarmas, recordatorios visuales e incluso las notificaciones de nuestra V-App, y nada te ha funcionado, no lo dudes más: ¡es hora de cambiar tu método anticonceptivo!

No te sientes tranquila con su efectividad

Pasar un susto ¡es normal!, pero que cada mes sientas intranquilidad ya sea porque tu periodo se volvió irregular, porque otros síntomas te hacen pensar que estás embarazada y, con el pasar de los días, este tipo de cosas te hacen desconfiar cada vez más de tu método anticonceptivo, lo ideal es que te informes con tu ginecólogo sobre si en realidad se tratan de efectos secundarios, o si lo más apropiado para vos en este caso es consultar otro método de planificación.

Por situaciones externas

Ten en cuenta que también hay situaciones externas que podrían hacernos cambiar de método anticonceptivo ¡Sin previo aviso! O dígannos, ¿qué podría ser peor que ir a tu farmacia, preguntar por tu píldora o inyección y escuchar que “está agotada”? ¡Absolutamente nada!, ¿Verdad? Por eso, nunca está de más que en esos casos realices una compra masiva y lograr subsistir con ella, por lo menos los próximos dos meses, mientras encuentras un nuevo método anticonceptivo más fijo, seguro y que, al igual que el anterior, se adapte a tus necesidades.

Formas de cambiar de método anticonceptivo

Pasar de un método anticonceptivo a otro no es tan fácil como hubiésemos pensado, hay que tener en cuenta ciertas precauciones para realizar un cambio seguro, que no altere tus niveles hormonales y que tampoco interrumpa ninguna de las dos fórmulas, para prevenir un embarazo no deseado. Tomando como fuente una investigación de la organización Reproductive Health Access Project, te contamos cuáles son las formas más comunes para cambiar de un método de anticoncepción a otro:

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Método sin brechas

El método sin brechas consiste en no dejar periodos de tiempo abiertos entre un cambio y otro. Es decir, si vas a pasar de una píldora a otra, lo mejor es que tomes la nueva pastilla el día después de haber tomado la del blíster anterior -no tiene que ser la última precisamente-. Esto con el objetivo principal de prevenir un embarazo. ¡Así que hazlo de una vez! No esperes a que comience un nuevo ciclo menstrual o que te llegue la regla.

Método del traslapo

En palabras más sencillas, significa comenzar el nuevo método anticonceptivo, antes de abandonar por completo el método que venías utilizando con la intención de no cortar de raíz el efecto. Por ejemplo, en el caso del parche anticonceptivo, si en lugar de este vas a empezar con un método inyectable, debes aplicarte dicha inyección aproximadamente 7 días antes de retirar el parche.

Método de respaldo

Si no quieres usar el método del traslapo, o tu médico así te lo indicó, utilizar el método de respaldo puede darte más seguridad a la hora de cambiar de una fórmula a otra. Los que comúnmente conocemos son el uso del condón, la píldora de emergencia y el gel anticonceptivo también llamado “espermicidas”. Por ejemplo, si al momento de iniciar con la inyección anticonceptiva quieres retirar el implante de progestina, lo mejor es que los próximos 7 días utilices un preservativo, en caso de tener relaciones sexuales.

Método del cambio seguro

Este método combina el método sin brechas y el de respaldo. ¡Es muy sencillo! Si no quieres arriesgarte, lo que debes hacer es pasar de un método a otro, y en los siguientes 7 días cuidarte con uno de los métodos de respaldo anteriormente mencionados. Aunque, lo mejor en estos casos, es no tener encuentros o relaciones sexuales mientras tu nuevo método de planificación se torna efectivo.

Guía para cambiar de un método A a un método B

¿Y las ITS?

No olvides que para disfrutar una vida sexual activa y saludable, lo primero en lo que tienes que enfocarte es en sentirte súper segura con el método anticonceptivo que estás usando, no sólo para evitarte “sustos o sorpresas”, sino también para prevenirte de enfermedades como el VIH o las ITS, en este caso, opta por acompañar tu método anticonceptivo con el uso del condón para una protección contra todo pronóstico.

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