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29 de Mayo
¡Hola Pipis! Hoy quisiera contarles un poco acerca de los tabúes sexuales y los tabúes de la maternidad.
Pero antes, vamos a hacer una definición básica sobre este concepto, que en general tanto escuchamos, pero a veces no tenemos tan claro.
Un tabú es una restricción social o cultural que prohíbe o desaconseja fuertemente ciertas acciones, palabras o comportamientos. Se trata de una norma implícita que se considera sagrada o intocable dentro de una determinada comunidad, y que se espera que todos sus miembros respeten y acaten.
Los tabúes pueden estar relacionados con diferentes aspectos de la vida. Existen diferentes tipos, entre los que se encuentran:
Tabúes de la maternidad.
Tabúes religiosos.
Tabúes morales
Tabúes sexuales.
Tabúes alimenticios.
Tabúes en torno a la salud.
Por ejemplo, en algunas culturas puede ser considerado tabú hablar de ciertos temas, como la muerte o el sexo, mientras que en otras puede ser tabú comer ciertos alimentos o vestir de determinada manera.
Los tabúes pueden limitar la libertad individual y provocar discriminación y exclusión hacia aquellos que no cumplen con las normas morales establecidas. Es aquello de lo que casi ni se habla, pero todas sabemos. Eso que genera vergüenza, culpa, rechazo y discriminación.
Algunas semanas atrás, hicimos una encuesta en la Pipi Comunidad sobre tabúes, y estos fueron los temas que más se repitieron:
La maternidad es un tema que siempre estuvo rodeado de tabúes en diferentes culturas y épocas. Algunos tabúes de la maternidad más comunes son:
Muchas veces, está mal visto que las mujeres hablemos abiertamente sobre los desafíos físicos y emocionales que se enfrentan durante el embarazo y el parto, como el dolor, la fatiga y la depresión posparto.
Este es uno de los grandes tabúes del embarazo, lo que puede provocar en aquellas mujeres que deciden ser madres que se desilusionen un poco cuando tienen a su bebé, y se sientan solas y aisladas.
Al no haber tenido información sobre los aspectos negativos de la maternidad, suelen creer que es algo que les sucede a ellas solas y esto, además de generar muchísima angustia, también dificulta la obtención de apoyo y ayuda.
Este es otro de los tabúes de la maternidad. Las mujeres que tienen dificultades para concebir pueden sentirse avergonzadas o culpables, y pueden enfrentar estigma, discriminación y presión social.
Se espera que las mujeres seamos las principales cuidadoras de los hijos y que seamos responsables de su bienestar emocional y físico.
Esto puede generar una gran presión, para caber dentro del estándar social que encierran los tabúes de la maternidad acerca de lo que es ser "buena madre", lo que puede resultar abrumador y estresante.
La sexualidad es uno de los temas más tabúes en casi todas las culturas y épocas. Los tabúes sexuales pueden variar dependiendo del lugar y el momento histórico, pero algunos de los más comunes son:
En muchas ocasiones se espera que las personas, sobre todo las mujeres, no hablen abiertamente sobre su sexualidad. Este es uno de los principales tabúes sexuales.
Puede provocar que las personas se sientan incómodas hablando sobre sus deseos y necesidades sexuales, y dificultar el acceso a información sobre educación sexual y prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Los tabúes sexuales persisten todavía en espacios donde se discrimina a las personas por sus elecciones.
Por ejemplo, la homosexualidad, la bisexualidad, la demisexualidad o la pansexualidad pueden ser vistos como no aceptables o inmorales, y en muchos casos provocar discriminación y exclusión hacia aquellos que simplemente están viviendo su vida acorde a sus gustos.
Los tabúes de sexualidad, especialmente alrededor de sexualidad femenina, siempre fueron un tema especial, incluso en la actualidad.
Las mujeres que expresan abiertamente su deseo sexual pueden ser vistas como promiscuas o inmorales. En cambio, los hombres son vistos como exitosos o ganadores.
Todavía hay personas que consideran innecesaria o inapropiada la ESI para los jóvenes y adultos. Esto puede hacer que las personas no estén preparadas para tomar decisiones informadas sobre su sexualidad y disfrute, aumentando el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados.
Este es uno de los tabúes sexuales que, cuanto más pronto derribemos, mejor.
Lamentablemente, la menstruación fue y sigue siendo considerada un tema tabú en muchas culturas. Algunos de los tabúes más comunes en torno a la misma son:
Muchas personas consideran a la menstruación como impura o sucia, generando un sentimiento de culpa o vergüenza a aquellas mujeres que se encuentran transitando su período menstrual. Algunas hasta dejan de hacer ciertas actividades o vestir con ciertas prendas por miedo a quedar expuestas y sufrir discriminación.
Que la menstruación se considere aún un tema tabú es lamentable, pero también esperable que las mujeres no hablemos abiertamente sobre ello.
Esto puede hacer que no estemos informadas sobre nuestra salud menstrual y reproductiva, lo que puede afectar nuestro bienestar y la capacidad para tomar decisiones informadas sobre nuestro cuerpo.
Como habrán leído, este tipo de tabúes pueden tener un impacto muy negativo en nuestras vidas, ya que pueden limitar nuestra libertad individual y provocar discriminación y exclusión, como así también el acceso a la información sobre temas fundamentales de nuestro mundo femenino.
Por todo lo mencionado, considero que nuestra mejor herramienta para derribar estos tabúes y muchos otros es… ¡Hablar!
Es importante abrir espacios de diálogo y discusión en torno a estos temas para poder derribar los tabúes sexuales y los tabúes de la maternidad, en una primera instancia, y permitir que las mujeres podamos expresarnos y buscar ayuda cuando lo necesitemos.
¡A derribar tabúes!
Las abrazo con el alma.
Fiamma.
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