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23 de Noviembre
Durante mis años estudiando en el colegio fui víctima de bullying por muchos años debido a mi físico. Desde que llegaba hasta que salía era una tortura para mí por las burlas de mis compañeros. Nunca mostré debilidad ante ellos pero cuando llegaba a casa y estaba en mi habitación lloraba mucho y siempre me preguntaba ¿por qué me pasaba esto a mí, si nunca había tenido problemas ni molestaba a ninguno?
Nunca me atrevía contarle a mis padres (un gran error de mi parte), pero llegó un momento donde estaba tan atrapada en las burlas y ofensas de mis compañeros que decidí hablar con la orientadora de mi colegio, alguien muy especial y que me inspiró mucha confianza.
Junto a mi orientadora decidimos crear una dinámica para llevar un mensaje de amor al colegio, este consistió en crear una charla donde hablamos del respeto y el amor por nuestros semejantes, de aceptar que todos tenemos diferencias físicas y emocionales.
Después de la charla les regalamos una flor distinta a cada uno y les preguntamos qué podían ver en ellas. La mayoría llegó a la conclusión de que eran distintas pero a la vez hermosas, cada una con un encanto y esto las hacía muy especiales.
A través de esta iniciativa el comportamiento y la convivencia en el colegio cambió para bien entre nosotros, gracias a la gran ayuda de mi maestra llevé un mensaje de amor a mis compañeros. También logré cambiar el pensamiento de odio hacia los demás solo por su físico o su manera de ser.
Desde ese momento me llena de mucha satisfacción llevar la bandera de Loving y motivar a los que me rodean a brindar amor donde quiera que estén, a dar ese mensaje de que somos diferentes y es allí donde se encuentra la belleza de cada uno.
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