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25 de Febrero
¿Te sentís más sensible o irritable sin razón aparente? Esos altibajos emocionales que a veces no tienen explicación podrían estar relacionados con las fluctuaciones hormonales de tu ciclo menstrual.
El ciclo menstrual es el periodo biológico en el que tu cuerpo se prepara cada mes para un posible embarazo. Si esto no ocurre, el ciclo culmina con la menstruación y da inicio a uno nuevo. Aunque suele durar en promedio 28 días, puede variar entre 21 y 35 días dependiendo de cada mujer.
Podemos definir al ciclo menstrual como el periodo comprendido entre 2 menstruaciones. Este ciclo tiene tres etapas principales:
Es cuando comienza con la menstruación. Durante esta etapa, los niveles de estrógeno y progesterona están bajos, lo que provoca la descamación del endometrio.
Paralelamente, el cuerpo empieza a preparar un nuevo óvulo en los ovarios. Ocurre desde el día 1 (inicio de la menstruación) hasta el día 14.
Es el punto culminante del ciclo, que en promedio ocurre alrededor del día 14. Es cuando los niveles de estrógeno alcanzan su pico máximo, estimulando la liberación de un óvulo.
En este momento del ciclo podés sentir una ligera molestia a nivel de la pelvis y notar un aumento del flujo, que puede ser de aspecto transparente y consistencia similar a la clara de huevo.
En esta etapa, la progesterona y el estrógeno se encuentran en su punto más alto para preparar al útero en caso de embarazo.
Si no ocurre, estas hormonas disminuyen gradualmente, lo que lleva al inicio de la menstruación y, con ello, a un nuevo ciclo.
Esta fase comprende el periodo desde la ovulación hasta la próxima menstruación.
Las hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona, no solo influyen en el sistema reproductivo, sino que también tienen un impacto directo en el cerebro y, por ende, en tus emociones.
En esta etapa, los niveles elevados de estrógeno estimulan la producción de serotonina, el “neurotransmisor de la felicidad”.
Por eso, es posible que te sientas más enérgica, positiva y con ganas de enfrentar nuevos desafíos. En esta etapa vas a estar mucho más creativa.
Acá la progesterona toma el protagonismo, lo que tiende a tener un efecto calmante en vos; esto es producto de que esta hormona estimula el descenso de la serotonina, lo que lleva a que estés más calmada.
Sin embargo, cuando sus niveles comienzan a disminuir en los días previos a la menstruación, puede generar irritabilidad, cambios de humor e incluso antojos de alimentos dulces debido a la baja de serotonina.
Durante los días previos a la menstruación, algunas mujeres experimentan una combinación de síntomas físicos y emocionales conocidos como síndrome premenstrual. Estos pueden incluir:
Dolor mamario
Sensación de hinchazón abdominal
Cansancio
Irritabilidad y cambios en el estado de ánimo
Insomnio
Bajo deseo sexual
Dolores de cabeza
Igual, ¡ojo! No todas las mujeres experimentan estos síntomas de la misma manera. Algunas los sienten con mayor intensidad, mientras que otras apenas los perciben.
Aunque las fluctuaciones hormonales son naturales, hay formas de minimizar su impacto en tu estado de ánimo y bienestar general:
Llevar un registro de tu ciclo menstrual puede ayudarte a identificar patrones en tus emociones. Podés usar aplicaciones móviles o un calendario para anotar cómo te sentís en cada etapa del ciclo.
Una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, puede contribuir a estabilizar tus niveles de energía y mejorar tu estado de ánimo. Reducir el consumo de cafeína, azúcar y alimentos ultraprocesados también puede ayudar.
La actividad física regular estimula la liberación de endorfinas, que ayudan a mejorar el ánimo y reducir el estrés.
La falta de sueño puede intensificar los cambios de humor. Intentá mantener una rutina de descanso adecuada, con 8 horas de sueño por la noche.
Si los cambios emocionales o físicos son muy intensos y afectan tu calidad de vida, no dudes en buscar orientación médica. Existen tratamientos, como terapias hormonales o suplementos, que pueden aliviar los síntomas del SPM.
Es importante entender que estos altibajos emocionales no te definen, ni son “algo malo”. Son parte de un proceso natural que atraviesa tu cuerpo mes a mes.
Hablar de estos temas con libertad y sin vergüenza no solo te ayuda a conocerte mejor, sino también a romper los estigmas que aún rodean al ciclo menstrual.
Así que, la próxima vez que sientas uno o varios cambios de humor sin explicación, recordá: tus hormonas están haciendo su trabajo. Y vos podés hacer el tuyo, cuidándote y conociendo mejor a tu cuerpo.
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