Volver a

Amamos tenerte de nuevo en estos artículos que construimos para vos con todo el Loving del mundo porque sabemos que te encanta aprender de temas que afectan tu bienestar y tus relaciones.

Hoy queremos conversar con vos de un tema del que seguro has escuchado hablar en las redes sociales, pero del que tal vez no tengas tanto conocimiento: los pensamientos intrusivos.

Aquí te vamos a contar qué son, te vamos a compartir algunos ejemplos, te vamos a enseñar por qué surgen y, lo más importante, vamos a entender cuándo son perjudiciales para tu bienestar y cómo combatirlos.

¿Empezamos?

¿Qué es un pensamiento intrusivo?

Los pensamientos intrusivos son ideas que, de manera repetitiva, aparecen en tu mente sin saber por qué. Esto es totalmente normal, pues la formación de pensamientos es un proceso que se da de manera inconsciente, pero resulta ser problemático cuando estos pensamientos son demasiado repetitivos o te quitan bienestar.

Ejemplos de pensamientos intrusivos

¿Te ha sucedido que, a veces, piensas cosas que pareciera que no vienen de tu mente? Por ejemplo, cuando estás en la calle y piensas en qué pasaría si te cruzas sin esperar el semáforo. O cuando estás lavándote los dientes y piensas en tragarte el cepillo. O cuando estás cortando algo en la cocina y te cuestionas si te dolerá mucho clavarte el cuchillo en la mitad de la mano.

¿Te contamos algo? ¡Esos pensamientos son pensamientos intrusivos normales! A todas las personas del mundo les sucede y es totalmente normal que, a veces, te asustes de las cosas que piensas.

Lo que sucede, es que esos pensamientos son descartados por nuestra mente en el mismo momento en el que surgen y generalmente no hacemos nada con las ideas que nos dan.

Pero esos no son los únicos pensamientos intrusivos que existen. También hay algunos relacionados con la ansiedad, como “¿Será que dejé la llave del agua abierta?” o “Me van a echar del trabajo” o “Voy a perder el año”.

Estos pensamientos también son normales, pues es esperado que las cosas nos preocupen y no queramos que sucedan, pero se consideran pensamientos intrusivos cuando son demasiado repetitivos, cuando no tienen fundamento en la realidad y cuando no se pueden controlar.

Otro tipo de pensamientos intrusivos son los relacionados con la depresión o la autoimagen. Serían algo así: “No sirvo para nada”, “estaría mejor si no existiera”, “mi vida no tiene sentido” o “todas las personas que conozco me odian”. Estos pensamientos puede que surjan de manera natural cuando estamos tristes o cuando algo no nos salió como esperábamos, pero no es normal que los tengamos todo el tiempo y que nos quiten calidad de vida.

¿Por qué aparecen los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos generalmente son síntomas de algunas alteraciones de la salud mental. Aquí cabe el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC o OCD por sus siglas en inglés), el Síndrome de Estrés post traumático (PTSD), la ansiedad y la depresión.

Sin embargo, las personas que no padecen ninguna de estos trastornos o enfermedades también pueden tener pensamientos intrusivos, pues son también muestra de que estamos vivas y de que tenemos una oportunidad gigantesca de mejorar nuestra salud mental.

Todas las personas tenemos pensamientos aleatorios que responden al azar a las preocupaciones que guardamos en nuestra mente, pero no a todas las personas se les convierten esos pensamientos en ideas que no pueden sacarse de la cabeza.

¿Cómo se manifiesta un pensamiento intrusivo?

Los pensamientos intrusivos se entienden como ideas que no te puedes sacar de la cabeza, pero ¡¡espera!! No todo lo que pensamos con demasiada frecuencia es un pensamiento intrusivo. ¿Por qué? Te vamos a poner un ejemplo:

Cuando empezó la pandemia por el COVID-19 toda la humanidad empezó a hablar del tema, de cómo cuidarnos, del lavado de manos y de la posibilidad (que en ese momento parecía inminente) de contagiarnos del virus.

Por eso, durante esos primeros meses, la sensación de ansiedad y los pensamientos repetitivos sobre el susto que nos generaba la incertidumbre eran totalmente normales y no se consideran pensamientos intrusivos, pues están ligados directamente a un miedo real.

Una última pista para entender los pensamientos intrusivos es que estos se consideran egodistónicos. ¿Cómo así? Las cosas que son egodistónicas son aquellas que están en desacuerdo con las cosas que generalmente crees que son verdad o que tienes información comprobable para creerla.

La mayoría de nuestro pensamientos son egosintónicos, pues se crean con las cosas que de verdad creemos y con la información que recogemos de la realidad por medio de los sentidos. Los pensamientos intrusivos, son, por el contrario, egodistónicos, ya que no responden a una realidad tangible.

¿Qué debo hacer si tengo pensamientos intrusivos?

Ya entendimos muy bien qué son los pensamientos intrusivos y cómo diferenciarlos de los pensamientos aleatorios que a veces crea nuestra mente. Entonces vamos ahora a adentrarnos en la pregunta de qué debemos hacer si estamos teniendo pensamientos intrusivos y cómo combatirlos.

Desvinculación de pensamientos y desactivación de creencias instaladas

Esta es quizás una de las soluciones más obvias de cómo combatir los pensamientos intrusivos, pero te la vamos a explicar con un ejemplo para que entiendas cómo funciona y cómo llevarla a la práctica.

Piensa en tu mente como si fuera una bandeja de entrada de un correo electrónico. Es claro que no puedes controlar cada uno de los correos que llegan (que en este ejemplo cada pensamiento es un correo). Hay correos muy importantes, otros muy creativos y otros que te hacen reír. Pero hay unos incómodos que te quitan la paz y que quisieras dejar de recibir.

No puedes cancelar la suscripción a los pensamientos intrusivos, pero puedes mandarlos a la bandeja de correos no deseados o SPAM.

Si te quedas pensando en esa idea que no quieres tener, más grande se hará y con mayor frecuencia la tendrás, pero puedes ver cómo llega a ti y tienes la oportunidad de dejarle el camino libre para que se vaya y deje de hacer parte de las cosas en las que piensas.

Este ejercicio requiere mucha práctica y seguramente no verás resultados en el primer intento, pero es muy importante que lo practiques varias veces.

Además, los pensamientos intrusivos pueden surgir de creencias que tenemos aunque sea de manera inconsciente. Por ejemplo, si hay algo en tu mente que te dice que no mereces amor, un pensamiento intrusivo puede ser que tu pareja te va a abandonar. Para eso, necesitas desinstalar esa creencia, darle las gracias por haberte protegido en algún momento y despedirte de ella.

Cuida tu sueño

El buen descanso es una de las soluciones más sencillas para la gran mayoría de situaciones que nos quitan el bienestar.

Llevar unos hábitos saludables de sueño hará que tu cerebro esté mucho más sano y, con ello, que los pensamientos intrusivos disminuyan y se hagan menos angustiantes.

Practica mindfulness y realiza ejercicio físico

Cuidar el alma y el cuerpo también nos ayudan a mantener una mente saludable, no solamente porque los necesitamos sanos para poder vivir bien, sino porque cuando los cuidamos estamos construyendo hábitos y rutinas que hacen de nuestra mente una mucho más estructurada.

Dedica un espacio específico a pensar en eso

¿Te suena contradictorio? ¡No lo es! Lo que pasa es que estos pensamientos intrusivos te están comunicando algo: un miedo, una compulsión, una inseguridad… Es algo que tu mente quiere que hagas consciente.

Por eso, le vas a dedicar unos quince minutos cada día a pensar en esa idea específica. Piensa qué es lo que te incomoda, qué es lo que viene a contarte y por qué la estás teniendo de manera tan recurrente.

Es súper importante que lo hagas más o menos a la misma hora del día y en el mismo espacio, para que tú mente sepa cuándo y dónde es un momento seguro para pensar en eso y cuándo no.

La meta es liberar tu mente de cualquier pensamiento intrusivo

Esperamos que hayas aprendido mucho en este artículo y que ahora sepas diferenciar perfectamente cuándo tienes pensamientos aleatorios normales y cuándo puedes estar en frente de pensamientos intrusivos.

Recuerda que es importante que cuides de tu salud mental y que es totalmente válido necesitar un poco de ayuda en el proceso. Es por eso que creamos el artículo ¿Cuándo debo ir a terapia? Identifícalo que sabemos que te va a ayudar a resolver muchas dudas.

Dejanos tus comentarios